Adquirir un inmueble a través de un crédito hipotecario es la opción más empleada a la fecha; sin embargo, existe una alternativa conocida como “leasing inmobiliario”, ¿en qué consiste?:
A través del leasing se puede alquilar un bien con la posibilidad de adquirirlo una vez agotado el plazo de renta. En México esta figura se denomina arrendamiento financiero y está regulada en la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito.
Según los artículos 408 y 410 de este ordenamiento, con este contrato el arrendador se obliga a adquirir determinados bienes y a conceder su uso o goce temporal, a plazo forzoso, al arrendatario, quien se compromete a pagar como contraprestación, que se liquidará en pagos parciales, una cantidad en dinero determinada o determinable, que cubra el valor de adquisición de los bienes, las cargas financieras y los demás accesorios que se estipulen.
A diferencia de un arrendamiento tradicional, el arrendamiento financiero, permite que al término del contrato las partes adopten alguna de las siguientes opciones:
- compra de los bienes a un precio inferior a su valor de adquisición, que quedará fijado en el contrato. En caso de que no se haya fijado, el precio debe ser inferior al valor de mercado a la fecha de compra, conforme a las bases que se señalen en el contrato
- a prorrogar el plazo para continuar con el uso o goce temporal, pagando una renta inferior a los pagos periódicos que venía haciendo, conforme a las bases que se establezcan, y
- A participar con el arrendador en el precio de la venta de los bienes a un tercero, en las proporciones y términos que se convengan
La ventaja de este arrendamiento es que el interesado puede ir financiando la adquisición del inmueble al mismo tiempo que lo disfruta, porque al finalizar el contrato, las mensualidades pagadas por concepto de renta o parte de ellas, serán descontadas del precio final del inmueble, por lo cual ya no habría necesidad de recurrir a un crédito, o en su caso, el monto del mismo sería menor.
Leasing o hipoteca, ¿cuál es mejor?
Sin duda el arrendamiento financiero se muestra más flexible que una hipoteca; no obstante, ello no quiere decir que la hipoteca deba descartarse como una alternativa de financiamiento, pues todo dependerá de las condiciones económicas de cada sujeto.
Cabe destacar que en México aún distintas inmobiliarias no están familiarizadas con el leasing, pues esta figura suele ser más utilizada tratándose de vehículos, lo cual no significa que no tenga sustentabilidad, es determinante llevar a cabo este tipo de operaciones con todo el respaldo legar a fin de prever suspicacia fiscal y jurídica.